Esta mañana de lunes de Pascua hemos regresado a casa y los días que he pasado en el pueblo me lo he pasado muy bien. Me llevaba muy bien con Víctor, el nene que la amiga de mi mami tiene y jugaba mucho con él. 
El viernes por la mañana fuimos a ver la procesión, este año si que me ha gustado mucho y cuando pasaron los tambores los acompañé con mis manos como si yo también estuviera tocando un tambor. En el pueblo de mi abuelita es costumbre que los capuchinos den caramelos a los niños y a los que no son tan niños y a mi me dieron muchos.
Aquí estoy con mi cargamento de caramelos. Como expliqué el año pasado la procesión de Viernes Santo sale de la iglesia pero San Juan y la Virgen hacen un recorrido y el Cristo hace otro y se juntan en la plaza del Calvario donde el cura hace un sermón una vez ha terminado todos juntos bajan por la calle principal del pueblo y regresan de nuevo a la iglesia. La banda de música también acompaña a la procesión y me gustó mucho escucharla.
Mami no sabe porqué hay esta tradición de que los capuchinos den caramelos durante la procesión pero a los niños les encanta.
Al principio miraba todo extrañado a las personas con sus túnicas, los capuchones y me llamó la atención los ojos pero mami me dijo que debajo del capuchón habían nenes y nenas y entonces ya me gustó más sobre todo cuando me daban un caramelo. De nuevo volví a fijarme en los pies de los pasos que llevan las imágenes religiosas pero en esta ocasión no habían porque los pasos y las imágenes van en una especie de carro con ruedas y las personas lo empujan.
Por la noche también fui a ver la procesión de Viernes Santo esa noche hacía muchísimo frío y mis papás me abrigaron bien, las luces que llevaban los pasos, las velas de los capuchinos captaron mi atención y de nuevo me volvieron a dar más caramelos. Fue la primera procesión que fui por la noche y para mi es mucho porque empezaba a las 11 y yo a esas horas ya estoy durmiendo pero esa noche fue especial y aguanté muy bien y vi pasar todos los pasos.
En los días que estuvimos allí también fuimos a Albacete, ese día no hizo buen día hacía frío y llovía. Hemos tenido un tiempo muy variado, llegamos con sol y con una temperatura más o menos agradable porque incluso me bañé en una piscina climatizada que al principio no me hizo mucha gracia pero luego ya empezó a gustarme, no recordaba del año pasado que en la piscina había tanta agua y no es como en la bañera de casa. Jugué mucho con Víctor a la pelota e incluso con el monopatín que tenía no me subí encima sino que nos sentábamos y Víctor arrastraba el monopatín.
El domingo fuimos a ver a Cristina una bebé prematura que nació en Albacete y que mi mami conoció a su mamá a través del foro de prematuros.info. El año pasado nos conocimos por primera vez y este año Cristina estaba muy guapa y grande aunque cuando papi o mami la cogían a mi me entraba un poco de celillos. Es más pequeña que yo y claro ver a mis papis con otro bebé pues no me hizo mucha gracia, también escuché por ahí que lo que necesitaba era un hermanito o hermanita y no se yo si mis papis estarán por la labor, pero de momento solo estoy muy bien.
Y éstas han sido mis vacaciones de Semana Santa en el pueblo esperando a que llegue el año que viene para volver aunque puede que para la próxima Semana Santa en vez de ir al pueblo de mi abuelita vayamos a León para conocer como se celebra allí pero ya vermos aún falta mucho.
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