Este fin de semana hemos visitado un mercado medieval organizado por el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet, junto con la Casa de Aragón Virgen del Pilar y la colaboración de una quincena de entidades locales, la Diputación de Barcelona y el Gobierno de la Comunidad del Aragón.
Es una de las actividades que la Casa de Aragón celebra en honor a su patrón San Jorge. El mercado se inauguró el sábado por la mañana pero nosotros no pudimos ir hasta por la tarde.
A las 8 de la tarde empezó el pasacalles a cargo del grupo de Tambores y Bombos de la Casa de Aragón, fue muy divertido y la gente seguía al grupo de tambores, como en Semana Santa al oír los tambores empecé a imitar con las manos como si estuviera tocando un tambor. Hicieron un recorrido por todo el mercado.
Frente a la Torre Balldovina siguieron tocando durante un buen rato formando un círculo. La torre que puede verse en la fotografía al fondo es de planta circular, de época románica y está adosada a una masia conocida como Torre Balldovina. Actualmente es sede del Museu Municipal. Era una torre de vigilancia y defensa documentada hacia el año 1020. La torre fue construida con pequeñas piedras y sillares irregulares y está coronada por almenas que fueron restauradas. Entre los siglos XIII y XIV perdió el carácter militar y se fueron añadiendo nuevas dependencias de uso agrícola y residencial. Hacia finales del siglo XV fue ampliada con un edificio curvilíneo en torno a la torre primitiva. Durante el siglo XVIII, cuando era propiedad de la familia Riber-Segarra, fue transformado en una residencia noble de planta baja y dos pisos. Posteriormente, entre 1914-1918 se añadió un ala perpendicular con elementos de estilo modernista. La historia de la Torre me la ha chivado mi mami porque yo era la primera vez que la veía.
Papi me alejó del espectáculo y mami se quedó con la abuelita Montse viéndolo. Mamá hizo las fotos para que luego en casa viera los fuegos artificiales y esta tarde mientras estábamos viendo las fotos decía "pum pum" imitando el sonido de los petardos.
Frente a la Torre Balldovina siguieron tocando durante un buen rato formando un círculo. La torre que puede verse en la fotografía al fondo es de planta circular, de época románica y está adosada a una masia conocida como Torre Balldovina. Actualmente es sede del Museu Municipal. Era una torre de vigilancia y defensa documentada hacia el año 1020. La torre fue construida con pequeñas piedras y sillares irregulares y está coronada por almenas que fueron restauradas. Entre los siglos XIII y XIV perdió el carácter militar y se fueron añadiendo nuevas dependencias de uso agrícola y residencial. Hacia finales del siglo XV fue ampliada con un edificio curvilíneo en torno a la torre primitiva. Durante el siglo XVIII, cuando era propiedad de la familia Riber-Segarra, fue transformado en una residencia noble de planta baja y dos pisos. Posteriormente, entre 1914-1918 se añadió un ala perpendicular con elementos de estilo modernista. La historia de la Torre me la ha chivado mi mami porque yo era la primera vez que la veía.
Después de ver el pasacalles nos fuimos a cenar y volvimos para ver el espectáculo pirotécnico a cargo de la Colla Vella del Diables de Santa Coloma. Los Diablos empezarón a encender fuego a las 9.30 de la noche momento en que empezó el espectáculo.
Al principio lo miraba con mucha curiosidad pero de vez en cuando me entretenía a jugar con el cochecito de madera en la cabeza de mi papá.
Y me gustaba ver como los diablos danzaban y se movían alrededor del fuego, pero el espectáculo dejó de gustarme en el momento en que el fuego se intensificó, los petardos sonaban muy fuerte, así que le dije a mi papi "amos" que quiere decir vamos. Antes de irnos definitivamente primero miraba de reojo, me escondía pero la curiosidad podía conmigo y volvía a mirar de reojo.
Papi me alejó del espectáculo y mami se quedó con la abuelita Montse viéndolo. Mamá hizo las fotos para que luego en casa viera los fuegos artificiales y esta tarde mientras estábamos viendo las fotos decía "pum pum" imitando el sonido de los petardos.
La actuación concluyó con la formación de las palabras "San Jorge" en honor al patrón de todo Aragón y también de Cataluña. Las letras que prendieron con fuego iban en un carrito de la compra, el carrito lo pude ver antes de que nos fueramos.
El domingo también habían más actuaciones pero debido a la tormenta que a primera hora de la mañana hubo se tuvo que suspender la representación del “Vencimiento del Dragón” empezaba a las 12.30 del mediodía y a esa hora hacía sol pero la organización del mercado ya lo había suspendido así que nos quedamos sin verlo. Aprovechamos para volver a dar una vuelta por el mercado y ver las paradas. Algunas paradas vendían productos típicos como embutidos, dulces, pan y procedían de diferentes Comunidades como de Castilla y León, Galicia y también de Cataluña, habían dos paradas decorados a estilo árabe en los que podías beber un té con menta sentado en una banqueta y una mesita muy baja con una bandeja de metal en la parte de arriba y rodeado de alfombras que colgaban, yo no bebí té pero si que probé las pastas árabes y me encantaron. Si te tomabas el té también te regalaban los vasitos así que nos trajimos cuatro a casa, de dos veces que tomamos té. En otras paradas vendían collares, pulseras, bolsos, heráldica, velas y muchos otros objetos. Mi abuelita me dio dinero para que me comprara lo que más me gustase y al final me fui con un cochecito de madera rojo.
El domingo también habían más actuaciones pero debido a la tormenta que a primera hora de la mañana hubo se tuvo que suspender la representación del “Vencimiento del Dragón” empezaba a las 12.30 del mediodía y a esa hora hacía sol pero la organización del mercado ya lo había suspendido así que nos quedamos sin verlo. Aprovechamos para volver a dar una vuelta por el mercado y ver las paradas. Algunas paradas vendían productos típicos como embutidos, dulces, pan y procedían de diferentes Comunidades como de Castilla y León, Galicia y también de Cataluña, habían dos paradas decorados a estilo árabe en los que podías beber un té con menta sentado en una banqueta y una mesita muy baja con una bandeja de metal en la parte de arriba y rodeado de alfombras que colgaban, yo no bebí té pero si que probé las pastas árabes y me encantaron. Si te tomabas el té también te regalaban los vasitos así que nos trajimos cuatro a casa, de dos veces que tomamos té. En otras paradas vendían collares, pulseras, bolsos, heráldica, velas y muchos otros objetos. Mi abuelita me dio dinero para que me comprara lo que más me gustase y al final me fui con un cochecito de madera rojo.
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