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Mi primer mes en casa (junio 2007)

Adrián, el día que salí del hospital

Ay que nervios tenían mis papas con mi llegada a casa y que pequeñito que era, cabía perfectamente atravesado en la cuna que mis papas me habían comprado.

El primer mes como todo bebe recién nacido me lo pasaba durmiendo y cada tres horas comía. Mi mamá me daba el pecho. Los primeros días lo paso muy mal, tenía tanta ansia por comer que a veces no me enganchaba bien y a mi mamá le salieron grietas e incluso un morado pues succionaba tan fuerte que pegaba tirones. Primero probó con las pezoneras de silicona pero no dieron buen resultado así que mi papi se fue a la farmacia y le compró una crema a mi mamá que ella se ponía una vez me había dado el pecho y luego se lavaba bien antes de volverme a dar. En unos días se le habían curado.

Pero a parte de la leche materna necesitaba mas suplemento alimenticio por mi bajo peso, así que me daban una leche especial para prematuros de bajo peso. Yo me comía todo, los biberones y la leche materna.
Las primeras noches mis papás estaban rodeando mi cuna al mínimo sonido que emitía, quejido o ruido. Cualquier respiración que no les parecía normal se levantaban los dos de golpe y allí los tenia pero yo seguía durmiendo tan plácidamente.

El día 6 de junio volví al hospital para pesarme y ver como estaba. Había ganado peso, estaba en 2.195gr. Había conseguido ganar 235gr desde que me habían dado el alta. Que bien me sentaba estar en casa, en brazos de mi mamá y mi papá, sentir su calor.
El día 11 de junio tuvimos de nuevo visita, me volvieron a pesar y estaba en 2.300gr bueno esta vez solamente había ganado 105gr, pero no estaba nada mal. Ese día me hicieron un fondo de ojos, mis papás no pudieron entrar conmigo así que una enfermera de neonatología tras ponerme unas gotas para dilatarme la pupila me llevó dentro. Allí el oftalmólogo me puso unas pinzas en el ojo para abrírmelos y como lloraba, mis papas desde fuera oían mi llanto y mi mamá estaba muy nerviosa y preocupada. Tras realizarme la prueba el oftalmólogo habló con mis padres. Debido a mi prematuridad todavía no había terminado de vascularizar en mi ojo izquierdo, así que el médico nos dijo que la prueba se volvería a repetir en un mes.
Al día siguiente conocí a mi pediatra que es la que normalmente me lleva para las revisiones y control de peso.

Y a todo esto que implica ser un prematuro, os lo voy a explicar: Un embarazo se considera normal cuando el parto se produce entre las semanas 37 y 42 y se llama “parto a término” pero cuando el bebé nace antes de las 37 semanas se llama “prematuro o pretérmino”. Un bebé prematuro nace con una inmadurez de sus órganos y sistemas (respiración, control de temperatura, digestión, etc.) y le hace más vulnerable a las enfermedades y más sensible a los agentes externos (luz, ruido). No todos los bebés prematuros presentamos los mismos problemas, por debajo de las 35 semanas necesitamos apoyo adicional para sobrevivir fuera del útero materno, por lo que hemos de ser ingresados en una sala de neonatología. El lugar donde se nos proporciona la vigilancia, el control, los cuidados y el tratamiento a los bebés prematuros y a término con problemas es en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales).
Aunque había dejado el hospital porque estaba bien existían toda una serie de riesgos que mis papás debían tener en cuenta. Sobretodo los pediatras insistieron en que no estuviera en contacto con niños o adultos resfriados ya que nuestro sistema inmunológico es mucho mas inmaduro que el de un bebé nacido a los 9 meses.
Evitar zonas con humo de tabaco y lugares con aglomeración de gente (centros comerciales, transportes públicos, guarderías).
Podía salir a dar paseos con mis papis porque tuve la suerte de nacer a las puertas del verano, pero muchos bebés prematuros que nacen en invierno los pediatras aconsejan que no salgan a la calle. Yo pude darme mis paseitos en el cochecito.

Aquí tenéis una web para todos aquellos que queráis tener información sobre los bebés prematuros.
http://www.prematuros.info/