Una vez visitados los gallos, gallinas y el conejo salimos fuera de casa y lo primero que nos encontramos fue el paso de un rebaño de ovejas. Cuántas habían nunca las había visto de cerca en esta ocasión no hice el ademán de acercarme a ellas eran tantas que me dieron un poco de respeto aunque me gustaron mucho. De nuevo mi papi me explicó que animalitos eran. Junto con el rebaño iban cuatro mastines leoneses. Son unos perros enormes.
En la foto mi bisabuelo lleva los zuecos se los pone cada vez que tiene que ir a dar de comer a los animales o cuando sale por la huerta que está detrás de la casa. Detrás de él está el gato Galindo de color naranja le llaman así porque se pasa todo el día pidiendo. Es un gatito muy cariñoso y mimoso.
Uno de los cuatro mastines leoneses que acompañaban y vigilaban al rebaño. A simple vista se les ve unos perros muy tranquilos y mansos pero mi bisabuelo me explicó que los pastores llevan esta raza de perro para vigilar al rebaño del ataque del lobo. Hace muchos años cuando mi abuelo era joven los lobos llegaban incluso hasta la puerta de detrás de la casa.
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