Mini vacaciones

Por fin tenemos fotos de este año de mi cursillo de natación. Esta semana papi tiene vacaciones así que han podido hacer fotos mientras me bañaba. Hoy ha sido un día muy divertido y me lo he pasado muy bien en la piscina. Primero he estado un rato con papá y luego ha sido mami la que ha terminado la clase conmigo.
Desde el primer día de clase no se por qué pero no tengo muy buen feeling con la monitora, cada vez que se acerca a mi me pongo nervioso y grito porque no quiero que me toque pero hoy ha sido diferente y he empezado a jugar con ella y hasta dejar que me cogiera.

En la clase de hoy solamente hemos estado dos niños, no han venido el resto y eso que hacía mucho calor y el sol pegaba muy fuerte, nada que ver con la semana pasada e incluso con el martes que no hizo muy buena tarde, así que hemos podido disfrutar de la piscina.

Para acabar la clase la monitora puso la colchoneta como si fuera un barco y nos subimos encima de ella, nos podemos sentar, tumbar pero a mi lo que me gusta es ponerme de pie o de rodillas y chapotear con el agua que hay encima de la colchoneta.
La semana que viene mami y yo volveremos a estar los dos solos en el cursillo, papi trabaja hasta la semana siguiente que vuelve a coger vacaciones.

El miércoles nos fuimos a visitar el Monasterio de Santes Creus que está en la localidad de Aiguamúrcia (Alt Camp). Está a menos de una hora de casa así que después de levantarnos y de que comiera nos fuimos a ver el monasterio.

El monasterio es una abadía cisterciense del siglo XII. Según la Orden del Císter el monasterio se organiza según tres partes básicas de la vida monástica: la iglesia, el claustro adosado y la sala Capitular. El recinto monástico se completa con el refectorio, el locutorio, el scriptorium y una segunda planta donde está el dormitorio común de los monjes.
En un primer momento no me gustó la visita porque cuando entramos nos proyectaron una audiovisual en la que hablaban sobre la Orden del Císter, la construcción del monasterio y la Regla de San Benito. Estaba todo muy oscuro y me daba un poco de miedo y respeto. Estuve todo el rato entre los brazos de papi y mami a los que me abrazaba muy fuerte, en alguna ocasión pedí que nos fueramos pero me estuvieron entretiendo explicándome las imágenes.
Todo cambió cuando salimos al exterior por la galería del claustro pude corretear todo lo que quise. No había mucha gente, prácticamente nadie así que pudimos disfrutar del complejo monástico y hacer muchas fotos.

Vista de una de las galerías del claustro